Estas son mis manos pero, ¿qué pueden darme?
Estos son mis ojos, pero no pueden ver.
Estos son mis brazos, pero no conocen ternura.
Y debo confesar que a menudo me dejo llevar por la tristeza.
Y la soledad nunca fue extraña para mí.
Estas son mis manos pero, ¿qué pueden darme?
Estos son mis ojos, pero no pueden ver.
Estos son mis brazos, pero no conocen ternura.
Y debo confesar que a menudo me dejo llevar por la tristeza.
Y la soledad nunca fue extraña para mí.